El juego
constituye un mecanismo natural imprescindible para el aprendizaje.
De
forma espontánea, a través del juego libre, los niños aprenden a tomar
decisiones, a resolver problemas, o a relacionarse con los demás. Y
desde la perspectiva educativa también puede resultar muy útil el juego
estructurado o dirigido, a medio camino entre el juego libre y la
enseñanza directa, para ir fomentando un aprendizaje más reflexivo.
Un
ejemplo de ello lo representa el ajedrez, un juego con unas reglas
definidas que se han de aceptar e interiorizar en el que confluyen
aspectos relacionados con el deporte, la ciencia o el arte y que
estudios recientes sugieren que su práctica regular puede beneficiar el
desarrollo personal y académico del alumno.
Hoy
los niños de 6to grado realizaron un entrenamiento junto a su
docente Lcdo. Yosman Montañez y de esta manera seleccionar al grupo
que conformará el club de ajedrez de nuestra institución.
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